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5 de agosto de 2023

lp--El prólogo de un futuro ensayo histórico del siglo XXI--ic


Este texto aparentemente novelado, bien podría ser el prólogo de la edición especial de un tratado histórico futuro que expondría la cronología y situación actual de la sociedad o ¿civilización? pre y poscoronavirus: durante las tres primeras décadas del siglo XXI y sus orígenes en el siglo XX.

Por supuesto, en el hipotético y optimista caso de haber vencido a la actual Dictadura Global del Poscoronavirus y el Clima.

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Prólogo del ensayo histórico Nazismo Homosexual Climático-sanitario del Poscoronavirus de inicios del Siglo XXI: una pandemia sanitaria, homosexual, climática y oscurantista.

Edición de mayo del 2060, mejorada, revisada y actualizada con un prólogo póstumo de Iconoclasta, por el luctuoso cuadragésimo aniversario de la plena instauración del Nazismo (pos) Coronavirus en marzo del 2020.

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Tras la Tercera Gran Guerra del 2035 (inicio de la rebelión de las masas ante el asfixiante control nazi del poscoronavirus que llevó a la ruina y a la hambruna a miles de millones de personas) al 2042 que, marcó el final de la guerra y hundimiento del Nazismo Poscoronavirus globalmente instaurado en el 2020; los historiadores ya liberados de la brutal censura y oscurantismo, iniciaron la recopilación de documentación, investigación, filtrado y desarrollo de la cronología de implantación del Régimen Mundial Nazi del Poscoronavirus. Una involución político-social (de marcado carácter sectario) al fascismo destructor de las más básicas libertades e incluso de las necesidades biológicas humanas, cuyo germen, con el consenso de los historiadores actuales, data del siglo pasado: a mediados de los años sesenta, con los grandes rebaños humanos que trashumaban con cientos de miles de individuos hacia las grandes concentraciones musicales. Se trataba del movimiento jipi, máximo exponente revolucionario de libertad, sexo y drogas. Una corriente socio cultural que dio a aquellos políticos coetáneos la clave para gobernar eficientemente con pseudo democracias, cuya característica fundamental consistía en aplicar estrategias ganaderas a la organización y administración de sanidad, economía, alimentación, educación, ocio, sexo y hábitos íntimos a las masas humanas. El poderoso nazismo de Hitler que dejó a las siguientes generaciones de políticos un importante legado práctico del fascismo con su rapidez de propagación, se vio mejorado gracias a internet, la comunicación vía satélite y la velocidad de la informática aplicada a las redes sociales y consumo audiovisual. Ante todo, la prensa televisiva y en web, fue la auténtica evangelizadora y propagadora de aquel Nazismo Poscoronavirus.

Ante la gran cantidad de noticias y bulos de carácter ideológico publicados y decretados por los Nazismos del Poscoronavirus, los historiadores han precisado de cinco años de trabajo de investigación filtrando los bulos, mentiras y publicidad de aquel régimen, decididamente genocida también.

El presente ensayo histórico expone con documentación contrastada y validada por el Consejo Ético de la Historia Mundial, los principales dogmas y terrores que implantaron los líderes pseudo democráticos en la población globalizada planetariamente por los Estados del Nazismo del Poscoronavirus, para conseguir la completa erradicación de la libertad y necesidades biológicas de las clases trabajadoras con fines recaudatorios. 

Hay un acuerdo total entre los historiadores por designar aquellas democracias como Estados Nazis Poscoronavirus, ya que está constatado y documentado (a pesar de los grandes bulos y crónicas de la prensa de aquellos regímenes fascistas) en la actualidad, que fue el coronavirus el medio de instauración y golpe de estado a las democracias o lo que quedaba de ellas (precoronavirus). Más tarde, englobado bajo el mismo nazismo, llegaría la extorsión del Estado (a nivel  planetario) a las clases pobres o trabajadoras por cambio climático, homosexualismo y un comunismo feroz cuyo fin era la destrucción del libre pensamiento y la independencia intelectual acosando y destruyendo al individuo inquisitorial y sistemáticamente.

No se puede negar la formación de una confederación mundial y estructura dictatorial internacional de los Estados Pseudo Democráticos del siglo XXI surgidos e instaurados en la segunda década mediante un golpe de estado, de carácter carcelario infectando a la población mundial con una gripe o coronavirus: la famosa Covid 19.

Una prensa prostituida y leal  a aquel fascismo e internet ferozmente censurada y bajo control nazi total, fueron las grandes bazas que en el siglo pasado hubieran dado continuidad y larga vida a Hitler. Insisten historiadores y sociólogos con perspectiva histórica, que el legado de Hitler estaba presente en aquellos Estados Nazis Poscoronavirus. El adoctrinamiento, los cánticos y aplausos de la población al régimen, son incluso embarazosos de explicar, su indignidad.

A finales del 2019 e inicios del 2020 las ya pseudo democracias se confederaron e implantaron el modelo de gobierno de la Alemania de 1933 que, elevó “democráticamente” a Hitler como aclamado jefe de estado y religioso líder de un país arruinado, con un gran déficit cultural e intelectual. Y todo el planeta se erigió así, en marzo del 2020, en un gran land actualizado de aquel Tercer Reich. El Nazismo Pre y Poscoronavirus se había implantado oficialmente a nivel planetario.

Mediante el robo de libertades e incluso la prohibición de las necesidades biológicas de la población mundial, como la prohibición de respirar libremente, la forzada inoculación de un producto que pretendía vacunar; pero era absolutamente aleatoria su diana terapéutica, cuando no degeneraba en secuelas en los inoculados o muertes repentinas.

Y el más grave y definitivamente acto fascista: negar el derecho al sustento vital. Se prohibió mediante encarcelamientos masivos domiciliarios el trabajo, base primordial de la subsistencia de la clase trabajadora. Y además, se prohibía o coaccionaba la libre compra de alimentos (policías y militares registraban las compras de los ciudadanos, en China y España principalmente) con un encarcelamiento domiciliario generalizado de la población y unas distancias del domicilio a los mercados que policía y ejército controlaba minuciosamente.

Había países de un alto grado represor e incluso genocida (China, España, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Francia…) que prolongaron la humillación y la agonía de las básicas o mínimas libertades durante más de tres años en las clases bajas o trabajadoras.

Se instauró una sanidad pública de carácter de veterinaria de producción: bozales, tomas de temperaturas policiales, identificación del ganado vacunado y sacrificio de los no vacunados (en China más que probable y España muy cerca estuvo de encerrar en campos de concentración o asesinar de hambre a no vacunados con el aplauso de una población marcadamente, de nuevo, hitleriana).

Relajadas las medidas del coronavirus y con la población ya adaptada o condicionada al nuevo fascismo y sus continuos decretos de extorsión, terror y usura recaudatoria de los Estados; comenzó el condicionamiento mental y cultural de la población mediante el bombardeo diario de ideologías inmersivas neonazis, un fascismo abiertamente poscoronavirus aceptado y acatado por las sociedades consumistas industrializadas y aterrorizadas por el Estado que, adoptó una figura paternalista y protectora de la población. La prensa siguió en sus funciones como medio privilegiado para el adoctrinamiento y control conductual de las masas o rebaños humanos. Secundario aunque no menos importante, era internet con sus redes sociales e influencers (personajes sin formación intelectual o cultural pagados por el Estado para propagar el nazismo o mantener a la masa humana distraída de la extorsión de la que era víctima). Incluso el cine y streaming (contenidos audiovisuales por internet por suscripción) se infectaron de censura nazi para evangelizar a la audiencia, aún aterrada por la pasada gripe, en los dogmas de un fascismo que tomaba fuerza por días invadiendo los cerebros de las castas sociales más desfavorecidas cultural e intelectualmente. Telenoticieros y prensa publicaban sus mensajes ideológicos usando la estrategia bélica: mentira, desinformación y hagiografía de los líderes políticos neonazis (antes presidentes de Estados de derecho).

Con un enfoque sectario sexual, el Estado pretendía contener la natalidad de la población y alentar la promiscuidad homosexual o parafílica. Se decretaron las bases para pervertir educacionalmente la reproducción biológica humana, ya desde la infancia, como dogma-asignatura. Un extraño y desalentador por lo confuso, catecismo; que se imponía con acusada virulencia en la enseñanza pública y los colegios o escuelas colaboracionistas con aquel régimen nazi actualizado y tecnificado. De hecho, entró con fuerza en las universidades para asegurar la continuidad del homosexualismo como conducta sexual privilegiada, que incluía el transexualismo y otras enfermedades mentales aceptadas como voluntades o sentimientos propios democráticos (auto apercibimiento del enfermo como macho, hembra o ni una cosa ni la otra; independientemente de su genética sexual, de sus órganos genitales y procesos hormonales y metabólicos).

Sin embargo, lo que más destacaba para los escasos individuos con una razonable capacidad intelectual o cultural, era la sistemática eliminación del individuo como creador y su independencia conductual de la masa humana globalizada y vacunada; una persecución muy agresiva en las sociedades más industrializadas y consumistas, dado su grado de decadencia e infantilismo en los adultos; algo que no ocurrió de un modo tan notorio en los países tercermundistas. El ser humano con capacidad intelectual y libre pensador, estaba siendo devorado por el oscurantismo del nazismo poscoronavirus.

Llegó la censura a la literatura, cine, y arte en general.  Las grandes empresas de entretenimiento audiovisual se convirtieron en una nueva Santa Inquisición de una Nueva y Oscura Edad Media en la historia de la humanidad.

El audiolibro entró con gran fuerza en las sociedades consumistas para erradicar cualquier asomo de entrenamiento o ejercicio mental y nemotécnico en la población. El dogma, al igual que ocurría con la mascarilla o bozal nazi y la vacunación por extorsión era: “Escucha, calla y obedece”.

La lectura es un ejercicio intelectual demasiado poderoso como para no censurarlo primero, y eliminarlo después con los audiolibros y la audio enseñanza.

El oscurantismo del Nazismo Poscoronavirus marcó una nueva época recuperando la Edad Media en versión tecnológica. Escuelas, universidades, centros de formación profesional se convirtieron en mezquitas o iglesias que adoctrinaban en la aniquilación del libre pensamiento personificado en el individuo. El homosexualismo y transexualismo como una moral que aportaba toda clase de beneficios sociales, legales, fiscales y sanitarios. Y, ante todo, una perversión de la crónica histórica de la humanidad a la carta de aquel nuevo nazismo.

Con la climatología hubo un acuerdo universal entre las nuevas pseudo democracias del planeta para perpetrar terrorismo de Estado recaudatorio contra la clase baja o trabajadora globalizada. Y al igual que ocurrió con la epidemia de la gripe, en la que durante tres años, todas las víctimas mortales eran causa de la covid 19; el aparato propagandístico del terror del nazismo poscoronavirus, lanzó una campaña apocalíptica de “olas de calor por cambio climático”, en la que de repente, morían miles y miles de personas por efectos de las altas temperaturas. De hecho, aquella población condicionada por el nazismo, se lanzaba en grandes bandadas a la playa y piscinas para escapar de aquel “calor abrasador” predicado por el Nazismo Poscoronavirus, por medio de coloridos y apocalípticos titulares de prensa (incondicional y universalmente colaboracionista del nazismo poscoronavirus); de tal modo, que incluso se quintuplicó el número de ahogamientos en el agua, sin duda alguna por la gran avalancha de “flamencos humanos” en los litorales.

Realmente el planeta Tierra estaba en el punto de la elipse orbital más cercana al sol y el 2026 sería el año de más acercamiento a la estrella; a partir de ese momento, volvería a distanciarse de él; y por tanto bajar las altas temperaturas (entre cinco y siete grados por encima de la media en determinados momentos del año, no se trataba de un efecto calcinador, en absoluto). Un ciclo astronómico que oportunamente supo el Nazismo Mundial del Poscoronavirus disfrazar de cambio climático recaudatorio y represor. Posteriormente, al fin del ciclo orbital de máximo calor, el Nazismo Poscoronavirus “mostraría” triunfal al inmenso rebaño humano global que los Estados Nazis habían salvado a la humanidad de morir abrasada.

El lema subliminal del Nazismo Poscoronavirus era: “La libertad es enfermedad y muerte”.

Las siguientes generaciones de políticos fascistas, creyendo ya tener el poder absoluto, literalmente asfixiaron a la clase trabajadora hasta convertirla en esclava. Y surgió la necesidad de defender la vida y la dignidad de una forma natural e instintiva en la población. El inicio de la guerra, en el 2035, lo marcó el incendio del parlamento europeo por una gran manifestación de la clase pobre furibunda.

Éste es un pequeño resumen a modo de prólogo para una obra magna que ha llevado más de quince años de investigación y debate.

Si sirviera para que no se repitiera la historia…

Sinceramente, no lo creo.



Iconoclasta

Foto de Iconoclasta.


7 de julio de 2023

lp--Agenda Climática 2030: Juguetes sexuales ecológicos--ic

Este presente año 2030, celebrando la plena y exitosa implantación de la Agenda Climática elaborada por el Estado Protector del Planeta y de vosotros mismos. Aquella Agenda Climática redactada primorosamente en sus despachos residenciales y ante las cámaras de Global Visión por aquellas primeras Madres y Padres Salvadores Sonrientes y Orgullosos de las “democracias del planeta”, durante aquella “trágica pandemia de la covid 19” hace ya diez años. Os invitamos a disfrutar de una nueva forma de placer sexual limpia y cuidadosa con el medio ambiente.

Los tiempos del plástico y materiales difícilmente biodegradables han llegado a su fin. Los juguetes sexuales deben adaptarse al nuevo panorama ecológico y climático.

Te ofrecemos información de como adquirir uno de los nuevos juguetes sexuales ecológicos, duradero y de económico mantenimiento. No más baterías ni plásticos que destruyen nuestro planeta que el Estado, con gran generosidad, os permite disfrutar por breves espacios de tiempo.

Empieza por acudir al Centro de Inmigración más cercano a tu domicilio, donde muy amablemente un oficial o agente te asesorará para elegir el tamaño, color, edad y estética de tu nuevo juguete sexual. Cada individuo tiene su ficha, donde figuran sus medidas, edad (hay una amplia oferta desde los cuatro hasta los ochenta y cinco años) y lugar de origen. Si te decides por la compra presencial, si lo compras y lo transportas por tus propios medios, puedes ahorrar hasta cincuenta euros de manipulación y entrega. Sin esperas.

A través de internet o si presencialmente no tienes medio para transportarlo, el tiempo de entrega es de dos días. De razas humanas exóticas, no suele haber un gran stock en los centros de inmigración; pero a través de la web puedes programar una alarma cuando haya disponible alguno que se ajuste a tu gusto. Por ejemplo, puedes optar por un hindú macho o hembra con vitíligo, por ejemplo, y en caso de no tener alguno en inventario te enviarán un mensaje o correo electrónico a la dirección indicada cuando esté disponible.

¡Hay un gran surtido de negros, orientales, hindús, gitanos, marrones, blancos, esquimales, africanos…! Hay mestizos que lucen doble color con manchas como aquellos míticos caballos del Viejo Oeste, los Paint Horse.

Puedes elegir entre una gran cantidad de tatuajes si así lo prefieres.

¡Y buen sexo!

Hagamos que nuestra actividad sexual también sea respetuosa con el medio ambiente.

Todos esos inmigrantes almacenados en los centros de inmigración, si no los comprara nadie, serían sacrificados. Es un acto de bondad comprar un juguete sexual orgánico.

Y para que veas que sencillo es el proceso de adquirir, configurar y mantenerlo, aquí van las instrucciones y consejos generales para todo juguete sexual orgánico:

Inyéctale la jeringuilla cargada con anestesia en el ganglio izquierdo, bajo la mandíbula (ver figura 1).

Una vez destruido el cerebro con una descarga eléctrica de doscientos veinte voltios (adjuntamos el sombrerete metálico de electrocución con arnés elástico, sin necesidad de molestos ajustes, ver figura 2) durante sesenta o setenta segundos, depende del peso del sujeto; con un par de ganchos de cincuenta centímetros vacías la materia gris muerta a través de las fosas nasales como hacían los egipcios con sus faraones. Es muy fácil.

Posteriormente vacías la materia semi sólida del cráneo mediante un aspirador (no incluido en el kit) para que no huela a podrido. Si así lo deseas, puedes llenar el cráneo con el sobre de gravilla fina que adjuntamos para que la cabeza haga efecto sonajero. Necesitarás un pequeño embudo para insertarlo en la nariz (no incluido en el kit).

Y le arrancas todos los dientes, para evitar posibles lesiones en la función oral. Los dientes puedes usarlos, por ejemplo, para decorar tu acuario.

Atornillas al cráneo el servo cerebro por encima de la nuca con los tornillos auto roscantes (ver imagen 3) y con la broca del kit practicas una agujero en la columna vertebral por encima del omoplato (ver imagen 4), introduces un terminal jack del cable adjunto en la espina dorsal y el otro extremo en la toma “output” del servo cerebro. Mediante el alimentador, cargas la batería del servo cerebro durante al menos una hora y ya estará listo para su primer uso.

Como mantenimiento bastará dos veces al día llenar su comedero con leche fermentada y/o patatas podridas. El agua puedes cambiársela sin problema una vez a la semana.

Para su higiene, un manguerazo de dos o tres minutos y dejar secar a la sombra, tanto en verano como en invierno.

A tener en cuenta: en el caso de los juguetes machos, el tiempo de producción de semen tras la eyaculación dependerá de la alimentación; pero como estándar se considera entre veinte y cuarenta minutos para disponer de una nueva carga de esperma. No obstante, sin semen, es operativo sexualmente, su erección se mantendrá hasta que pronuncies la orden “lacio”.

Las hembras no requieren ningún tipo de tiempo de espera, sus fluidos vaginales son constantes.

Hembras o machos no necesitan más espacio que un pequeño cuarto trastero de dos metros de altura por metro y medio de ancho y de largo.

Aconsejamos para los machos disponer de una defensa eléctrica, no es extraño que en algún momento la erección no sea lo potente y satisfactoria que debiera. Aplica los electrodos en los testículos para excitar el pene y disfrutar de un multi orgasmo “megaeléctrico”.

Y recuerda guardar sus excrementos, el ayuntamiento los recogerá en tu casa gratuitamente y te regalarán unas semillas para que adornes tus ventanas y balcones con plantas de marihuana.

Tendrás un seguro de reposición por muerte en los dos primeros meses de la compra.

Nunca masturbarse y practicar sexo fue hacer tanto por el planeta y el Estado que te protege y cuida.

Acudid al centro de inmigración más próximo, y convenceos de las enormes ventajas del consolador orgánico que el Estado pone a vuestro alcance a precios de risa.



Iconoclasta

 

14 de mayo de 2023

lp--Las esporas de la imbecilidad y otras consideraciones--ic

Dónde nacen los seres más tontos del mundo es difícil de concretar.

Pareciera que la imbecilidad es una espora que viaja por la atmósfera y me los contamina a todos allá donde aleatoriamente se deposite.

En cualquier región de La Tierra.

Lo que me lleva a pensar que somos un peligro para cualquier otra especie en el universo, podríamos ser los que infecten otros mundos con la imbecilidad. Es temible ser los malos de las películas. Tanto lloriquear conque vamos a ser invadidos y toda esa mierda.

Así que emanando de dios, la imbecilidad ha colonizado desde los más altos estamentos sociales de las civilizaciones hasta la mísera casta paria esclava o trabajadora.

Esto explica porque desde el más poderoso al más mísero, son incapaces de hacer la “o” con un canuto o moneda. La diferencia entre el poderoso y el mísero o trabajador, radica en el dinero, su cantidad más concretamente. El poderoso puede pagar una nómina de diez expertos para que entre todos atinen a escribir o dibujar la “o”. Una “o” preciosa, de calidad  y duradera, como solo un poderoso sabe hacerla.

La imbecilidad se mantiene igual para ambos. Es el mayor alarde de democracia en el universo.

Al poderoso las esporas de la imbecilidad lo parasitan por las napias (típica nariz empolvada de blanco). Y a los míseros les entra por el ano (más bien se las empujan) que les sangra, esporas aparte, de tantas cosas que les meten en él cada día los poderosos. Y no solo supositorios con el aval de la justicia puta porque prevalece el derecho a la vida.

Una cosa sí está clara: si dios no hubiera querido que se les metiera cosas por el culo, no los habría creado con un agujero y una raja en la parte inferior de la espalda. No les habría dado culo.

Y es de agradecer que lo tengan ambos, poderosos y míseros; sin culo solo quedaría la boca y se les pudrirían los dientes por exceso de dulce de leche.

Es fácil colegir así que, dada la obsesión de dios por el asunto anal, su origen se halle en un homosexualismo cosmogónico sea lo que sea eso. Contando además, de que no nos hallemos ante las barbas de un todopoderoso transexual; teoría que cada día es más plausible según las tesis del Nazismo Poscoronavirus Penitenciario Maricón Sanitario Climático.

Sea como sea, lo único cierto y comprobado cienciológicamente, es que dios está en la nariz de los poderosos y en el culo de los míseros.

Es un equilibrio natural en el planeta Tierra.

Y lo que es más importante, gracias a ello me lo paso en grande con mis ensayos.

Realmente agradezco la inexistencia de dios y ser yo el que ríe sin cosas metidas en el culo.

Es mi única fe y dogma: el culo es una salida, no una entrada. Y la prueba es que todo ser humano instintivamente, ante una situación de estrés, peligro y miedo; aprieta fuertemente las nalgas para que con alevosía o por accidental indecencia, no le metan algo.

Hasta que no se llega a la insensibilización por la destrucción de los nervios culares o anales, se viven grandes crisis de dolor que pueden durar décadas (medios siglos más precisamente) según las regiones más dadas a ello, como España.



Iconoclasta

 

17 de abril de 2023

lp--Crónica de una tristeza ilegal--ic

 


Año 2025. Incluso su nacimiento fue triste.

Al nacer su primer llanto deprimió a la madre y al personal sanitario. Ante tal tristeza, como prevención por descabellado que pareciera, al bebé le vendaron las muñecas y los muslos para evitar que se suicidara.

Al padre, por orden judicial, le realizaron una vasectomía y a la madre ligadura de trompas. No podía volver a nacer semejante tristeza humana en una nación gobernada con mano que no tiembla; pero con mucho cariño y respeto. En la que siempre prevalecía por encima de toda libertad, el derecho inalienable a no estornudar o no toser. Se trataba de una dictadura paterno-sanitaria-infantil-homosexual del bienestar psíquico.

Por violar los dogmas de la nación y con el aval de un juez, también fueron sancionados los cónyuges progenitores por el gobierno absolutista a ceder el noventa por ciento de sus ingresos al estado hasta su muerte.

Un obispo predicó en una homilía extraordinaria, debida a la alarma social de semejante nacimiento triste, que la orden judicial era un acto de bondad.

A pesar de ello, el niño más triste del mundo, en un colegio de adoctrinamiento especial aprendió nociones de anatomía básica humana.

Año 2037. A los doce años acabó con su tristeza con simple lavavajillas.

Su cadáver olía tan bien que pensaron, madre y padre, que se había curado de tristeza y dormía plácidamente. Hasta que los gases de la descomposición produjeron pompas de jabón en su boca y nariz.

Y se llevó con él la tristeza que infectaba a su familia y la gente que lo conocía.

No lloraron su muerte, sino que la celebraron con programas televisivos especiales de optimismo y manifestaciones multitudinarias pro alegría que paralizaron la ciudad durante tres días. El ayuntamiento asumió la cremación del cadáver triste como acto institucional, sin funeral y obligando a pagar la incineración a los progenitores. Se borró su nombre y nacimiento del registro civil y hospitalario para limpiar la memoria histórica de la dictadura de semejante e indeseable tristeza.

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La narración del presente artículo está basada en documentos de prensa almacenados en la memoria sólida de una computadora personal ilegal. Es decir, no declarada a la administración estatal por su comprador en algún momento del 2030.

Fue hallada en mayo del 2252 por un equipo de paleoantropólogos, entre las ruinas de una ciudad española extinta en el 2053 por bombardeo nuclear durante el período de las Guerras Climáticas Mundiales del 2043 al 2054.

 

 


Iconoclasta


7 de marzo de 2023

lp--Gel del Éxtasis Sexual--ic

 


Crónica histórica de los Asentamientos Libres, de cómo la población mundial se redujo de nueve mil millones de individuos a los actuales ¿diez millones? repartidos en todo el planeta.

Año 2126 p.G. (pos Gel) un siglo después de la aparición y comercialización del Gel del Éxtasis Sexual.

Es necesario rememorar la historia del siglo XXI para entender cómo la humanidad mutó drásticamente hasta peligrar como especie en el planeta y luego, vivir como le corresponde, conforme a su naturaleza.

Se dice que no debe edificarse sobre cimientos viejos. La muerte de nueve mil millones de personas que fueron el resultado final de una forma de vida que duró prácticamente diez mil años, fue la destrucción y la eliminación de esa cimentación podrida que no soportaba ya su propio peso.

Los Asentamientos Libres no hacen cimientos, viven sobre la tierra y no la poseen.


 

Capítulo 1

2023 p.Crv. (posterior Coronavirus, a su alarma). Los gobiernos del planeta ya habían demostrado su total control de las grandes manadas humanas. El éxito fue rotundo, la media de aceptación y obediencia de la población al estado y sus decretos de privación de libertad iba del 70 al 90 % (a menor índice intelectual o cultural de país, mayor era su obediencia). Por lo que continuaban su mandato con el mismo enfoque, aunque más severo y agresivo en su difusión o evangelización, predicando obsesivamente y sin descanso sus dogmas de salvación y pureza física y espiritual en todo ámbito de la sociedad; tanto en un supuesto y apocalíptico cambio climático eminentemente religioso, en lo sexual, laboral, sanitario, ocio, educación, lingüístico, alimentario e incluso en los hábitos y actos más íntimos de las familias. En definitiva, lo que la población debía pensar y creer; pero sobre todo temer gracias a la invasión e injerencia continua de internet y la televisión en todo momento del quehacer de la clase baja o trabajadora. Exactamente las mismas estrategias (aumentadas y corregidas) de contención, pastoreo y estabulación de la masa humana baja (trabajadora), que se habían empleado para los grandes encarcelamientos en las granjas humanas o poblaciones durante el estado de alarma del año del 2020, que en algunos países como China o España, duró tres años.

El legado que Hitler y Stalin dejaron en el siglo XX a los políticos contemporáneos y futuros, fue la concepción de un gobierno con visos ideológico-religiosos o místicos. La única forma probada y eficaz de unir a millones de humanos de casta baja hacia cualquier fin que un líder político se propusiera.

Con tal metodología adaptada a la actual sociedad tecnológica gracias al estudio y análisis de las estrategias ideológicas y los valiosos datos estadísticos y sociopolíticos del nazismo y el comunismo estalinista. Con la infección de coronavirus a nivel planetario propagada por los líderes de las naciones; lo que jamás consiguió una religión, lo consiguió la política: unir a la humanidad en un fin común sin cuestionar ningún decreto o mandamiento del estado.

Mediante el pánico inducido a la población con el coronavirus llegó la obediencia ciega y fe absoluta en los líderes político-ideológicos de orientación evangelista homosexual. La sanidad de todo país occidental, comandada por la OMS (ya oficialmente una confederación de carácter fascista de las instituciones sanitarias de todo país) fue la herramienta más poderosa para vacunar, literalmente, a la población del virus de la libertad. De una forma encubierta por el paternalismo del nuevo nazismo sanitario, se indujo la idea en las castas bajas que la libertad era un grave riesgo de enfermedad y su muerte. De hecho, y con los  aplausos de una población infantilizada y cobarde, un porcentaje muy importante de jubilados y pensionistas murieron durante y por la maniobra de alarma por coronavirus. Un hecho que aún hoy día, mantiene el debate vivo entre los tertulianos de los Asentamientos Libres de que realmente se tratara de un genocidio pactado a nivel mundial para aliviar la presión de los sistemas de pensiones que empezaban a desbordarse en las naciones consumistas occidentales.

Ante las férreas prohibiciones ideológicas de los nuevos gobiernos de las extintas democracias (mayormente occidental-europeas) en cuestión de hábitos de alimentación, ocio, sexo y drogadicción. Y la constante sensibilización (eufemismo por adoctrinamiento o condicionamiento psicológico mediante un bombardeo constante de decretos de prohibición) mediante la usura o extorsión económica en los productos alimentarios: carnes, mariscos, embutidos, quesos, pescado y alimentos ricos en glucosa. Se optó por instaurar un oscurantismo sociocultural y científico para aplacar la creciente violencia en las sociedades occidentales, que surgía de forma instintiva ante la falta de una libertad recientemente arrebatada, la carencia de proteína que acusaba el sistema muscular de la población, la insuficiencia de glucosa para el correcto funcionamiento del cerebro y la constante intromisión de los gobiernos en los ámbitos más cotidianos e íntimos de la ciudadanía.

Se prohibieron hábitos de consumo como el tabaco, que al tratarse de un hábito reflexivo no narcótico, se convirtió en algo indeseable para los fines de las dictaduras homosexuales sanitarias; de la misma forma que se desaconsejaba el consumo de café. Se alentaba el consumo de alcohol, con especial incidencia entre los estudiantes y la permisividad del consumo de drogas narcóticas combinándolas con actos sexuales: marihuana, hachís, ácidos, cocaína…; hasta tal punto, que los gobiernos publicaban manuales de instrucciones y consejos para su correcto consumo y satisfacción.

Todos los días había algo que celebrar: una enfermedad, una festividad, una profesión, una efemérides nacional… La constante distracción de las castas bajas o trabajadoras era una estrategia básica e imprescindible. Los juegos de pelota en equipo y las diversas festividades como carnaval, procesiones religiosas, fiestas populares de ciudades o celebraciones político-religiosas, llenaban los calendarios de todos los países desarrollados.

El oscurantismo llegó con el control (hubo una compra, una prostitución del periodismo al estado pactado anteriormente con el coronavirus) de los medios de comunicación e información. Gracias, ante todo, a los ensayos y pruebas de censura y bloqueo informático que China había empleado en el ámbito de la comunicación y el periodismo una veintena de años atrás.

Otra gran maniobra de los nazismos o fascismos sanitarios homosexuales, fue la revisión, cambio, tergiversación o eliminación de los anales o crónicas de la historia para adaptarlos a la nueva ignorancia instaurada; con una redacción literaria hagiográfica de las falsas democracias volcadas al fascismo homosexual sanitario que, prácticamente tenía carácter de parábola religiosa.

Se inició como golpe maestro una agresiva e invasiva campaña mundial para eliminar el hábito de lectura e imponer el audio libro, cuyo fin perseguía algo tan obvio que muchos de nosotros, un siglo más tarde, no concebíamos cómo ningún intelectual o medio de aquella época dio la alarma de semejante medida represora oscurantista. En la conclusión no podemos estar más de acuerdo: la decadencia social había tocado fondo y la población mundial consumista se había instalado cómodamente en aquel fango fascista de oscurantismo.

Porque el objeto del audio libro, era tan obvio como simple: Escucha y calla. No leas, porque quien lo hace suele recordar cosas desagradables. El Estado será la memoria y las palabras que se lleva el viento.

La comunicación escrita y la lectura, el fabuloso ejercicio intelectual que generaba, se había restringido para mantener una baja actividad mental en la población. Se impartía su enseñanza, exclusivamente para las castas del gobierno y las adineradas.

Los líderes de los gobiernos eran abiertamente homosexuales o bien de clara orientación ideológica homosexual. Hay estudios sociológicos de aquella época, asegurando que la homosexualidad da una mayor facilidad de pastoreo y explotación de las castas bajas humanas: menor agresividad, más sociabilidad (más gregarios), fáciles de adoctrinar a cambio de supuestos privilegios, paternalismos electorales hacia los transexuales infantiles-adolescentes, etc…

Los gobiernos estaban induciendo a la población la idea de que el homosexualismo era la mejor forma de medrar en sociedad. La educación del estado se volcó en asegurar en los centros de enseñanza, la práctica del homosexualismo como integración plena en sociedad.

Aun así, las clases bajas trabajadoras, se resistían a convertirse a un homosexualismo total.


 

Capítulo 2

Con el fin de imponer una mayor estabilidad social, la obediencia y respeto de las masas hacia los gobiernos con tácticas de distracción psicológica; en la primavera del 2026 se comercializó por un gran consorcio de farmacéuticas íntimamente afines a los gobiernos de la época, un gel aromático para las zonas genitales femeninas y masculinas que elevaba el rango de sensibilidad al roce sexual un doscientos por cien. Sus componentes de base animal (distintas especies no especificadas o bien directamente falseadas con especies inocuas; que actualmente se ha probado que eran aceite de hígado de pangolín, armadillo y grasa epidérmica de alguna especie de rana y salamandra) aromatizados con distintas especies vegetales exóticas y una hormona sintética que potenciaba la velocidad de transmisión del sistema nervioso, interactuaban con las glándulas que secretaban los humores sexuales.

El sexo de forma natural está a nivel instintivo, íntimamente ligado a la reproducción. En sí es un acto agresivo, de posesión y selección natural de los individuos más fuertes (hembras y machos). La idea del nazismo homosexual sanitario era básica: crear una sexualidad meramente hedonista eliminando lo instintivo. Amputando la necesidad biológica de reproducción y selección natural, las reses humanas de las grandes granjas de explotación o ciudades engendrarían generaciones física y psicológicamente débiles y maleables eliminando ese instinto de territorialidad y posesión que era parte del acto sexual; pero sobre todo, de la naturaleza animal de la especie humana.

El éxito fue planetario, millones de seres humanos se volcaron en la compra del potenciador del placer. Se consideraba que, incluso en las zonas más remotas del planeta, seis de cada diez individuos lo usaba habitualmente, ya fuera en compañía o para la masturbación solitaria, en apenas un año desde su comercialización.

Miles de millones de seres humanos se hicieron patológicamente adictos al sexo, incluso se bajó el límite legal de edad para su práctica, en las pseudodemocracias occidentales: a los diez años para niñas y  doce los niños, estadísticamente en el inicio de la adolescencia biológica de cada sexo.

El Gel del Éxtasis Sexual se convirtió en un artículo imprescindible en el baño, la mesita de noche y el neceser.

Por aquel entonces no lo sabían, pero el gel recombinaría o mutaría el ADN humano. Las primeras crías humanas que nacieron de la cópula con el Gel del Éxtasis Sexual, padecían una mutación severa en los fluidos naturales que secretaban durante la excitación y su acto: producían un ácido cáustico de gran potencia que además corrompía rápidamente la sangre durante el acto sexual. Los tejidos genitales eran inmunes al propio ácido, el resto del tejido se disolvía con el ácido que, entraba a través de las quemaduras en el riego sanguíneo. Sin embargo, los genitales sí se deshacían con el contacto del fluido sexual ajeno. Provocaba la muerte en poco más de diez minutos.

A partir de aquel 2026, los hijos engendrados con los genitales untados con el Gel del Éxtasis Sexual, serían mutaciones.

Los adictos al gel, a finales del 2026 representaban el 70 % de la población mundial y en el 2027, se consolidó hasta el 96 %. Eran portadores permanentes de la mutación desde el mismo momento que untaron sus genitales con el gel.

Se calcula que la mutación alcanzó al 98 % de los nacidos en el 2031.


 

Capítulo 3

Los primeros adolescentes engendrados con el gel morían durante el acto sexual, o simplemente con la masturbación.

Con las primeras generaciones de “hijos del Éxtasis” (así se conocía a los mutados, engendrados por el coito con el Gel del Éxtasis Sexual), se hizo evidente la mutación aunque no la causa.

El primer caso oficial se dio en el año 2038 en Sidney, Australia. Con el cadáver de una niña de doce años, hallado en el lavabo de su hogar; la mano derecha se había convertido en una gelatina ambarina y la vagina estaba cubierta por ella. Se habían licuado los tejidos y luego coagulado. Cuando el forense abrió el cuerpo, la sangre tenía el color de la orina y un intenso vapor ácido invadió la sala de autopsias. Hubo de evacuarse la morgue y renovar el aire.

La masturbación era de alto riesgo. Se debían usar gruesos guantes de caucho que reducían mucho la sensibilidad. El coito, así como la sodomía, debían llevarse a cabo con una rigurosa profilaxis para evitar que cualquier parte de la piel entrara en contacto con el fluido de lubricación femenino y el esmegma (fluido que se da mayoritariamente en los machos).

Los condones debieron reforzarse y era necesario cubrir las partes de piel expuestas al ácido con pañales que cubrieran hasta la mitad del muslo; además disponían de una membrana de goma por donde emergía el pene, o bien por el que se penetraba la vagina. Era la forma más segura de reducir el contacto con los ácidos sexuales. Aun así, durante el proceso de retirar el pañal, el condón o los guantes, el mínimo contacto con el ácido del que estaban sucios, era mortal. Los más temerosos, usaban también una máscara o pantalla de protección para el rostro y evitar posibles salpicaduras.

El sexo sucio o mojado de sus fluidos sexuales podía contaminar la orina y convertirla en un ácido y veneno con la misma potencia.

El lavado genital era ineludible.

Y el sexo oral había llegado a su fin.

A finales de ese mismo 2038, las autoridades aseguraban que las muertes se debían a alguna droga consumida o terrorismo químico de alguna facción radical religiosa.

En ese año murieron sesenta millones de niños en el planeta y ciento setenta millones de adultos. Era imposible contabilizar los centenares de miles de muertes no comunicadas. En la China rural y en el tercer mundo, los campos de cultivo de las zonas rurales jamás habían sido tan fértiles.

Se probó que cuando la temperatura del cadáver bajaba a los treinta y cuatro grados, los ácidos se neutralizaban y ya se podían manipular los cadáveres sin peligro.

Aunque semen y ovarios no habían sufrido modificaciones, la reproducción era lenta por su exigencia profiláctica y el temor de la pareja. La libido parecía haber desaparecido de la población durante los tres primeros meses de aquellos meses. Sin embargo, el Gel del Éxtasis Sexual, se había convertido en una droga que causaba un importante síndrome de abstinencia.

Que se asociara esta mutación con el consumo del Gel del Éxtasis Sexual, fue un proceso de cinco años en el que los corruptos gobiernos ocultaron datos. Buscaron causas que responsabilizaban a algunos alimentos básicos transgénicos, drogas, detergentes, virus... En el 2043 la presión social era tan fuerte que fue imposible mantener las falsas teorías. Los grandes líderes políticos que colaboraron con la comercialización del Gel del Éxtasis Sexual dimitían o bien eran juzgados y condenados. Se prohibió la fabricación y uso del gel y se condenaron a largas penas de prisión a los directivos de las farmacéuticas.

Los nuevos líderes políticos se encumbraron de nuevo en mesías salvadores de la humanidad.

La decadente sociedad era insensible a la corrupción de los estados, su afán era follar sin riesgo. El gel era ya una adicción universal y pasó a convertirse en una sustancia ilegal de elevado consumo. La nueva generación de líderes que sin el potenciador sexual perderían el respeto y la obediencia de la masa humana, creó redes de tráfico ilegal internacional pactadas.

Sin sexo, las sociedades y sus gobiernos amenazaban con resquebrajarse.

Otra consecuencia fue que con el contrabando del gel, los líderes políticos y sus gobiernos acapararon riquezas como nunca antes se había visto en la historia. Ante una masa humana que tras la esclavitud laboral, solo pensaba en revivir aquellos orgasmos potenciados más allá de lo que nunca gozaron antes del gel.

Jueces y comisarios ostentaban el estilo de vida de los narcotraficantes de finales del siglo XX.

El gel fabricado en laboratorios ilegales provocaba la muerte antes de llegar al clímax. Y aun así, se movían miles de toneladas cada mes por todo el planeta.

El ser humano evolucionó definitivamente a un nuevo estadio que lo abocó a la extinción.

La reversión de la mutación era una cuestión lejana, ni siquiera había una idea aproximada de qué forma tratarla: genética, farmacológica o quirúrgicamente.

La natalidad prácticamente se detuvo y los contados partos eran cesáreas para evitar al bebé posibles quemaduras y envenenamiento al salir por la vagina.

Tras la confirmación del embarazo y a las preguntas para el historial médico de la embarazada sobre sus hábitos sexuales, si muy raramente una pareja alegaba no haber usado el gel, tras el nacimiento se realizaba un análisis genético. Si el bebé, en efecto, era un humano puro, no mutado y no pertenecía a una casta social alta; el estado lo requisaba para su estudio genético y preservación para los ensayos de tratamiento en los mutados privilegiados. A los padres se les decía que el bebé había muerto.

Capítulo 4

Precisamente, el robo de los hijos por el estado y sus mafias de traficantes, fue la causa primera de que el minúsculo porcentaje de humanos no mutados, se constituyera en organizaciones secretas.

Al igual que ocurrió con las vacunas del coronavirus, hubo una minoría que no usó el gel. Y tal como evolucionaba la sociedad, antes de que fuera demasiado tarde, se crearon grupos secretos de supervivencia y acción de humanos puros. Paulatinamente escaparon de las ciudades hacia zonas rurales o agrestes de difícil acceso, levantando asentamientos, en pueblos abandonados o en los bosques. Nadie debía conocer su existencia. Era gente con cierto nivel cultural y con conocimientos para sobrevivir en ese nuevo medio, aunque no tuvieran una formación práctica. Había entre ellos profesionales de medicina, química, agricultura, técnicos y humanistas, así como libre pensadores que carecían de importancia alguna en la sociedad. Solían ir pertrechados con la lógica de la previsión: herramientas, armas, alimentos en conserva para los primeros días, libros de todo tipo que pudieran acarrear, manuales de supervivencia… Como los últimos seres humanos puros del planeta, debían intentarlo.

Si algún extraño llegaba hasta un asentamiento, se le invitaba con hospitalidad a compartir la comida e incluso un lugar para dormir. Y así conocían de dónde venía, quién era, si había más amigos del intruso cerca y si alguien estaba en conocimiento de su ruta.

Tras la estancia, no saldría vivo de aquel lugar. El secreto era básico para la supervivencia de la especie. Todo aquel compañero o familiar del intruso se cazaba.

Lo cuerpos se enterraban en profundas fosas de entre doce y quince metros.

Los asentamientos o aldeas no debían superar los sesenta individuos, ya fueran agrupados por familias o bien solteros. Era estrategia de defensa (la extensión del asentamiento era básica para su secretismo) e higiene.

Las nuevas parejas o familias que se creaban y superaban el límite poblacional, debían buscar nuevos lugares para vivir a no menos de quince kilómetros de otro asentamiento.

Algunos de los humanos puros que trabajaban para el estado, decidieron retrasar su huida de las ciudades para ejercer como espías, lo que ayudaba a mantener los asentamientos libres ocultos y equipados con las primeras necesidades que surgían ante un cambio de vida tan radical y la falta de experiencia de estos primeros colonos. También informaban mediante mensajes cifrados depositados en lugares pactados, de los movimientos de los mutados; como trabajos de deforestación, carreteras, dragados de ríos, mantenimiento de presas…

Desviaban pequeños y discretos lotes de armas para la defensa de los asentamientos.

La violencia de los mutados se haría extrema, sabrían de su fin y nada les importaba más que su propia presente. Los humanos puros debían responder a cualquier intromisión de los mutados, y de forma definitiva. Un mutado que entrara en contacto con un asentamiento, no podía volver a la civilización.

No había más tarea común que la vigilancia de la aldea durante los primeros años, hasta que se extinguieran los mutados.

Cada cual obtenía sus recursos con su esfuerzo individual, ya fuera un individuo o una familia. Ello evitaría que surgieran líderes y su corrupción. Era el momento de aplicar lo aprendido de la historia.

No podían caer en los mismos errores de la sociedad de la que habían escapado.


 

Capítulo 5

En el año 2050 se inaugura el primer centro de reproducción y sexo tecnificado solo apto por su coste para las clases privilegiadas.

Lo más acuciante para los gobiernos no era el cese de nacimientos. Era la falta de sexo lo que estaba llevando a muchos países a la guerra civil. La civilización se estaba colapsando.

Así que el sexo y su reproducción se tecnificaron buscando el contento de las masas, al menos de las pudientes primero. Se aseguró a la población que en poco menos de dos años, habría un centro de sexo tecnificado en cada distrito de cada ciudad, y subvencionados.

Las grandes masas humanas infantilizadas, degeneradas; tenían una fe inquebrantable en sus amos políticos: la humanidad continuaría adelante, porque en los peores momentos sale lo mejor de ella.

Pero no tenían nada de sí, solo veneno.

La población humana no aceptaba su fin, no creía en él. Su ingenuidad solo era comparable a su mente castrada y atrofiada por el estado.

La reproducción tecnológica se llevaba a cabo mediante cápsulas rellenadas con semen recién ordeñado que, se introducían en el útero por la vagina, por medio de un tubo cubierto por un falo de látex que se encontraba en el lomo de un potro sexual.

La mujer montaba en él y el falo la penetraba profundamente, sin ningún cuidado. Hasta elevar las nalgas del asiento. Era necesario cierto nivel de dolor y brutalidad en el acto para asemejarlo a la posesión pasional.

Cuando el cuello del útero (monitoreado) se encontraba en su mayor dilatación por la excitación continuada o bien por el orgasmo, del glande de látex surgía un pequeño tuvo que se introducía en el útero y lanzaba con cierta velocidad una de las cápsulas. Había una espera de un minuto para que la cápsula se deshiciera y así el semen se derramara en el útero, donde no se generaba ácido.

Y de nuevo se repetía el ciclo.

A la cuarta píldora solía correrse la hembra reproductora.

Surgía entonces, un molde vaginal levemente calefactado que se adaptaba a la vagina por elasticidad; presionándola y obturándola para que el semen que se alojaba en el útero, no saliera. Además, el seno vaginal efectuaba masajes mediante oscilaciones para relajar el aparato reproductor.

La mujer durante ese proceso de cinco minutos solía correrse un par de veces más. Lo aseguraba el folleto informativo del centro.

Personal sanitario especializado y protegido masajeaba el monte de Venus de la hembra reproductora porque era bueno psicológicamente, que algo humano las acariciase, las hacía más fértiles.

Dos asistentes sexuales, masajeaban los pezones endurecidos, que ya apenas conocían el tacto humano. En sí era una liturgia fetichista que garantizaba una experiencia sensorial a todos los niveles.

La sala del potro reproductor era circular y en su pared había una decena de espejos-ventana que pertenecían a otras tantas cabinas, donde los machos observaban a la hembra en el potro con una ordeñadora masturbatoria eléctrica en el pene (un sensor de ph, monitoreaba la acidez del semen cuando se eyaculaba para evitar que entrara en la hembra una cápsula venenosa). Un saco de gel aceitoso cobijaba a temperatura corporal, con leves vibraciones, el escroto para estimular la producción de semen en los testículos.

En una de esas cabinas se encontraba la pareja de la mujer en el potro. Y el semen que la dejara embarazada podía ser de cualquiera de aquellos diez machos.

Era terapia psicológica para combatir la frustración del instinto humano que no les permitía el acto carnal y provocaba en machos y hembras la ilusión de una lucha por reproducirse en una sociedad tan destruida y decadente que los llevaba inexorablemente a una crónica depresión.

Machos y hembras asumían así que disfrutaban de esa variedad y aleatoria actividad sexual que años atrás se consideraba una forma de integración social, de ciudadanía plena.

La lotería de la fecundación y su adulterio tecnificado, con los adecuados narcóticos, apaciguaba esa sexualidad degenerada en sus cerebros de ciudadanos integrados.

Los hijos, naturalmente eran mutados. La reproducción era puramente cosmética, una ilusión de supervivencia de la especie.

Ni siquiera podían masturbarse en pareja, la profilaxis necesaria para ello era abrumadora. El estado que los cuidaba, les daba la gracia del placer y se sentían agradecidos a sus jerarcas.

Las salas reproductoras, eran también un medio de realizar el acto sexual sin riesgo a morir. Solo era una cuestión de elegir si se pagaba por una u otra cosa.

El porcentaje de muertes por año era del treinta por ciento de la población mundial; de nacimientos, el dos. La sociedad se estaba plegando sobre sí misma, aplastándose.

Desde el momento en el que la humanidad asume que su fin está cercano; las sociedades se desmoronarán: primero la economía, los bienes inmuebles perderán todo valor y por lo tanto, el respeto a la propiedad.

Ya no sería necesario trabajar para un futuro mejor. El primer líder político que dio un discurso meses después de saberse que oficialmente la humanidad estaba al borde de la extinción, en un desliz retórico dijo que se debía seguir mejorando ciertas condiciones sociales para asegurar un futuro mejor. Se convirtió en un auténtico payaso de moda durante meses. Los videos de las risas de la población que lo escuchó, se harían virales.

Las organizaciones secretas de humanos puros eran una causa de la gran mortalidad.

En veinticuatro años (desde la comercialización del gel) habían muerto dos terceras partes de la población mundial. Y la mortandad se aceleraba, los alimentos escaseaban, las fábricas se paralizaban.

Los países con la población más envejecida y menos recursos económicos, como Grecia, Portugal, Hungría, Rumanía, Chipre, Sarajevo, España o Marruecos, dejan de existir como naciones tras extinguirse su población, oficialmente entre los años 2070 y 2075. Dichas ciudades se convertirán durante el tiempo en los que los camiones de los ejércitos continuarían operativos, en necrópolis para enterrar o incinerar los cadáveres que constituían un serio problema por su acumulación millonaria. Un último intento para evitar que la descomposición llegara al mar.


 

Capítulo 6

Hombres y mujeres se convirtieron en especies rivales. No había sexo, no había atracción, la reproducción solo podía llevarse a cabo con costosos métodos.

Se odiaban, pretendían un poder que no existía ya para nadie. Había prácticamente una guerra civil entre hembras y machos en todo país.

En el año 2055 murieron seiscientos millones de seres humanos en altercados violentos. Los que morían de enfermedad, hambre o bien en el tercer mundo no había forma de contabilizarlos. No obstante, fuentes de la época, sostenían que entre muertos por hambre, por enfermedades habituales como el cáncer sin tratamiento, toxicidad en los alimentos y el uso del gel prohibido, se deberían sumar mil doscientos millones.

No fue solo por la violencia de la guerra entre hombres y mujeres y guerrillas urbanas contra las fuerzas armadas. Las sociedades secretas de humanos puros, habían infiltrado voluntarios en los puestos de poder y consiguieron el acceso a los depósitos de suministro de agua potable de una veintena de grandes ciudades.

En una operación sincronizada, con la facilidad de acción que ofrecían las ciudades en guerra o arruinadas y los líderes políticos bloqueados, superados por el colapso social, inmóviles ante el fin de la humanidad; las sociedades secretas envenenaron las redes de agua potable.

Construyeron bajo las conducciones de agua, almacenes donde acumularon toneladas de arsénico. Practicaron injertos en las conducciones de agua para conectar una vía de entrada que dosificara el veneno. Con bombas peristálticas programadas inyectaron durante semanas el arsénico en las redes hidráulicas.

Al horror de las guerras y el vandalismo social, se sumó un envenenamiento doloroso que afectaba a todas las edades de humanos mutados. No descubrieron nunca los gobiernos de donde salió aquel veneno que mató a tantos millones de humanos a lo largo de tres semanas.

Una ventaja colateral, es que las ratas en las ciudades se extinguieron; pero la putrefacción de sus cadáveres invadía las ciudades y causaba infecciones.

Saboteaban constantemente centrales transformadoras eléctricas creando caos. La destrucción era achacada a los grupos violentos de mutados.

Era habitual que dos individuos que se cruzaran por la acera, pelearan por solo mirarse.

Niñas y niños que no habían llegado a la adolescencia se usaban como actores para realizar videos pornográficos (por no haber llegado a la adolescencia no segregaban veneno) para una globalidad que necesitaba unos instantes de consuelo, evocando como era el acto sexual antes del Gel del Éxtasis Sexual. Las televisiones públicas transmitían diariamente y en distintos horarios aquellos videos que podían durar media hora. Durante la emisión, cesaban los altercados. La gente observaba fascinada a las niñas y niños de entre tres y ocho años, practicar torpemente sexo mientras lloraban asustados ante las cámaras, con los cuerpos marcados por golpes y torturas de los directores de las películas. A los niños se les introducía por el meato varillas de plástico que dieran la ilusión de erección. Morían de septicemia.

Las sociedades secretas de humanos puros, si querían sobrevivir y permanecer como especie en el planeta, debían acelerar como fuera el proceso de extinción de los mutados, ya una especie salvaje, destructiva por odio puro; con esa desinhibición lógica y previsible de quien sabe que va a desaparecer y que nada quedará de ellos, nadie que los recuerde.

Continuaron sin cesar sus sabotajes y acciones terroristas contra la población mutada, con una discreción absoluta. Se demolían puentes estratégicos, se destruían líneas de comunicaciones, se volaban silos de cereales… Eran breves y fulgurantes ataques que se repetían por todo el planeta.

La globalidad no pensaba que hubiera humanos no mutados y si los hubiera, eran tan pocos que ya habrían muerto de hambre, en las guerras, en los envenenamientos, cosa que ayudó a protegerlos.

En el año 2060, un recuento de la población arrojaba una cifra aproximada de 3000 millones de seres humanos, todos ellos mutados. Los ¿seis millones? de humanos puros repartidos por distintos lugares del planeta, no existían para nadie.

Y surgen los primeros grupos o tribus caníbales en las ciudades.

Todas las previsiones se vieron rebasadas en el avance de la extinción de la humanidad.

Las naciones del tercer mundo, resistían mejor el cataclismo social. Su población estaba habituada a la penuria, cazaban y proseguían con su labor agrícola manual en las aldeas. No obstante, también afectados por la mutación, la población envejecía a buena marcha.

En el año 2103, ya no hay instituciones u organismos demográficos que puedan dar una estadística de la población mundial. Algunos expertos, en su opinión y siguiendo la historia de la debacle, hablan de entre 400 y 600 millones de habitantes y la inmensa mayoría, supera los 70 años de edad.

Los animales salvajes amplían su territorio incluyendo las ciudades: osos, lobos, jabalíes, pumas, coyotes, águilas, buitres… En las capitales nórdicas, los osos polares condicionan la escasa y avejentada vida de las ciudades que ya tan solo ofrecían cobijo sin calor.

La alimentación de los predadores era fácil y abundante, se basaba en presas humanas viejas, por su lógica disminución física.

Son los últimos coletazos de la especie humana.

Los hijos del éxtasis engendrados en los potros sexuales, no superan los dos millones. Y ya no existe medio reproductor alguno. Sus edades se encuentran en el rango de los cincuenta y tres años de media, solo son suposiciones.

La extinción se acelera. Y en el 2110, se supone una población de 100 millones.

La población de los humanos puros, su número, es una incógnita y siguen siendo un mito entre los mutados.

Algunos mutados, huyendo para escapar de la muerte inmediata de las ciudades demolidas y buscando alimento y refugio, se encontraron con algunos Asentamientos Libres.

Se les aceptó con hospitalidad. A la mañana siguiente estaban muertos, habían envenenado la comida que les ofrecieron.

Si no había veneno en el asentamiento, la muerte sería bastante más violenta; pero nunca como la crueldad que practicaron los mutados en sus ciudades, entre ellos mismos.

De alguna forma u otra, como pagas, cobras.

Debía desaparecer toda mutación. Los Asentamientos Libres no podían permitir seres mutados entre ellos. La dependencia de un gobierno de estos individuos y su estúpida esperanza de recuperar algún día el estatus de vida que conocieron, podría destruir la libertad y futuro de los humanos puros. Por otra parte, solían ser demasiado viejos ya, individuos deprimidos, incapaces de valerse por sí mismos que creían que debían ser alimentados por simple bondad y respeto a su edad.

Todo mutado que entraba en contacto con un Asentamiento Libre era sacrificado, no verían un nuevo amanecer tras el primer contacto con aquellas gentes.

Las generaciones que nacían en aquellos asentamientos eran de fuerte y rudo carácter, con una independencia intelectual absoluta. No conocieron estado, autoridad o gobierno alguno. Habían nacido libres y para ellos morir era una posibilidad frecuente y natural.


 

Capítulo 7

Actualmente, en el 2126, se considera extinta la población mutada.

No se conoce el número exacto de humanos puros que habitamos el planeta, no se realiza ningún seguimiento, no hay gobierno ni administración, ni instituciones.

No importa cuantos somos, no es un conocimiento necesario, lo único que nos preocupa es la supervivencia y mantener vivo el lenguaje oral y escrito. Es básico para que los conocimientos adquiridos los pueda usar otra gente que los ignore y precise ayuda.

A pesar de ello y en las tertulias que celebramos, creemos que la población humana mundial está entre los diez y treinta millones repartidos por el planeta.

Con el tiempo dejamos de necesitar cosas superfluas y apreciamos las herramientas y los pequeños objetos que nos pudiéramos fabricar por vanidad.

Se debe conocer, de ahí la presente crónica, el vergonzoso pasado de la humanidad para no caer en ello de nuevo.

La lectura y la escritura, han marcado la gran diferencia de la especie humana con el resto de especies; no se puede perder.

Como medio de comunicación y fondo de conocimiento útil, es fabuloso.

Se pidió a los miembros de los asentamientos, que dedicaran un tiempo a dejar anotados sus conocimientos, en sus propias casas, que cada cual llevara su pequeño diario y archivo de efemérides y conocimientos adquiridos, por si alguien precisara información o buscara consejo. Si alguien lo hace o no; no importa, solo era una idea.

Y si alguien no ayuda a otro, no será ayudado. Como pagas cobras, es una ley tan lógica como natural.

No existe industria pesada ni automatizada, las armas de caza se fabrican artesanalmente por los miembros de cada grupo familiar o cabaña para su uso exclusivo, no hay comercio; pero en algunos casos hay intercambio, según el grado de amistad o parentesco entre vecinos.

Disponemos del suficiente conocimiento de la metalurgia.

No hay límite de uso de en la tecnología, siempre y cuando no afecte a los vecinos y se use en la intimidad del hogar. Y no afecte al entorno para la caza y recolección de supervivencia.

No se escribirá jamás una sola ley.

Advertencia:

En la pasada primavera, el jefe del clan familiar, William Romero, propuso en una tertulia entre cazadores a la orilla del lago Tibum; la creación de un ayuntamiento para gestionar las necesidades de la aldea, una biblioteca y tal vez un archivo de registro de las casas, para facilitar y crear tareas comunitarias que mejoraran la calidad de vida.

A la orilla lo decapitamos y con clavos a través de los ojos clavamos la cabeza a la puerta de su cabaña. Con un cártel que decía: “No habrá jamás autoridad o gobierno alguno”.

A la esposa y a sus dos hijos de doce y diecisiete años, se les dio la opción de abandonar la aldea y montar su propio ayuntamiento si así lo deseaban, para ellos solos. O bien, seguir en la aldea sin volver a proponer jamás otro retorno a los gobiernos pasados.

Eligieron quedarse; pero no les permitimos sacar la cabeza de la puerta.

Decidieron construir una nueva cabaña y mudarse a ella.

No ha habido ningún intento más de control o gestión de la aldea.

No somos salvajes ni ciudadanos. Somos seres humanos con nuestros instintos íntegros, con el afán de aprender o curiosidad propia de nuestra especie. Con el ansia de conocer nuestro medio.

Solo el día, la noche y la climatología, marcarán horarios para quien desee seguirlos por necesidad o por convicción.

Los errores ocurren, la gente muere. Nadie debe pagar por un error.

Y que cada cual juzgue, si es necesario al prójimo según su experiencia, según su instinto. Así será tratado también por los demás. No es nada nuevo, es lo que hacemos todos desde el momento que nacemos, aprender y juzgar va de la mano.

Porque conocemos nuestra especie, sabemos que surgirán problemas de territorialidad, envidia, robo y asesinato. Creemos que cada cual sabrá responder a un abuso en la medida que crea sea justa y necesaria. A nadie le debe importar lo que ocurra entre dos oponentes.

Si la violencia se llegara a extender a la aldea, se extinguirá. Será un proceso lógico y natural.

La tierra no es un propiedad, es un uso. No se acapara.

Lo aquí escrito es la historia de la vergüenza y el bestialismo humano. Quienes escribimos esto, y lo hicimos todos los miembros de la aldea Tibum; no permitiremos la existencia de leyes, convenciones sociales o religiones; no si salen de la intimidad de cada hogar. El individuo y su núcleo familiar si lo tuviera, es lo más importante de cada asentamiento.

Cualquier propuesta de autoridad, intento de control, religiosidad o moral, será erradicada matando al que la propone.

Una vez muertos los presentes, el futuro no nos importa. Somos lo que nos hemos propuesto cuando ha sido necesario. Si futuras generaciones lo hacen o no, es cosa que no nos atañe. Será elección de otros.

La educación o el conocimiento, la lleva a cabo cada familia o cada individuo, el nivel de conocimiento se ajusta así, a las posibilidades y necesidades de cada cual y al tiempo que disponga para ello según sus habilidades, aptitudes y trabajo.

Rara vez interactuamos con otros asentamientos, están lejanos por esa razón; es peligroso el hacinamiento, está probado. Sin embargo, ante una esporádica visita de cortesía, o bien porque ha ocurrido alguna catástrofe geológica o climática, tenemos la suficiente ética para dar la bienvenida y ayuda a quien lo necesita realmente.

Lentamente, van naciendo futuras generaciones, que llegado el momento, deberán buscar otro lugar donde realizar su asentamiento, si se supera el número de sesenta individuos.

Y por fortuna, ya no tenemos historia que escribir, en la actualidad no hay reinados, ni conquistas, ni inventos que transformen el planeta.

Hace tiempo que dejamos de necesitar y vivimos.

Simplemente, disfrutamos de lo que somos.

Un día dejamos de necesitar y vivimos sin más.

 


Iconoclasta


22 de enero de 2023

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Un niño de ocho años con genitales masculinos sintió curiosidad por ver el mundo que dejaba tras de sí. Observar cómo se alejaba todo cuando caminaba.

Algo maravilloso ocurrió en su cerebro, porque no existían las enfermedades mentales. Se detuvo frente a papá y mamá biológicos, como era ley llamarlos en la escuela; en la asignatura de Catecismo de Familia Inclusiva: madre y padre biológicos o bien madre y padre del amor, lo que correspondiera.

Y dobló la espalda hacia atrás rompiendo con un terrorífico crujido la columna vertebral, hasta que la nuca descansó contra las pantorrillas. Ahora veía del revés a su padre biológico avanzar hacia él y le pareció mágico.

Papá biológico gritaba alarmado su nombre: Julia. Ya no había nombres de niño o niña. Mamá biológica en su niñez fue lesbiana y papá biológico dejó el travestismo cuando la conoció en el instituto.

Papá biológico hablaba por teléfono solicitando con gratas palabras una ambulancia para su hijo biológico con el terminal frente a los labios para que identificaran si estaba infectado de coronavirus. Mamá biológica se había detenido y gritaba afectada, porque estaba prohibida la palabra enloquecida, le enseñaron que se derivaba de loca y no existían locos y locas por decreto.

Julia caminaba alrededor de su padre, que seguía suplicando con todo el respeto que es debido a la Autoridad Sanitaria ayuda médica para su hijo.

El pequeño Julia trotaba feliz con la cabeza colgando entre las piernas, fue algo hediondo de ver cuando se cayó y se rompió los incisivos y los labios se partieron. Se agitaba como una lombriz aplastada por la mitad luchando por recuperar una verticalidad instintiva. Sus intestinos dejaron escapar excrementos que contaminaron el aire. Un policía hombre con genitales masculinos les amenazó con multarles climáticamente.

Una mujer con cabeza de hombre y genitales femeninos que pasaba por allí, aplaudió al agente.

El papá biológico elevó al pequeño Julia por la cintura y le aconsejó con voz serena, para evitar denuncias de maltrato, que apoyara las manos en el suelo para mantenerse en pie. Una joven mujer con genitales de mujer, con el móvil grabó un video hasta que llegó la ambulancia. Y lo colgó en Yutup como Niño Bisagra, al instante se hizo viral (“famoso” estaba en desuso y casi prohibido).  Y se convirtió en tres minutos, Dana Ortiz, en influencer millonaria (bustos parlantes de internet que por alguna inexplicable razón captaban la atención de millones de mujeres con genitales masculinos o femeninos y millones de hombres con genitales femeninos o masculinos).

Fue muy comentado por los seguidores el plano del rostro amoratado de Julia, congestionado por la bajada de sangre a la cabeza y las escleróticas de sus ojos teñidas de sangre dándole un aspecto fiero, demoníaco. De sus labios partidos caía una baba semi coagulada, muy espesa y rosada que inundaba las fosas nasales.

A pesar de todo, Julia sonreía divertido como cualquier niño jugando, y se convirtió aún sin saberlo, en el amado fundador de los Caballetes Humanos.

La Excelentísima Doctora que acudió a la llamada de papá biológico, felicitó a Julia por tan feliz y valiente idea, lo plegó bien para que no desestabilizara la camilla y lo trasladaron al hospital.

Por alguna razón que no pudieron explicar los médicos, el niño seguía vivo y con las piernas y brazos operativos tras partirse la columna vertebral; pero su nueva condición, libremente elegida por Julia, tuvo consecuencias: las piernas quedaron rígidas como estacas, es decir sin articulación en las rodillas. Nunca más podría ponerse derecho, los intestinos se vieron afectados neurológica y posturalmente (los excrementos encontraban una gran dificultad para ser evacuados), se le hizo una colostomía permanente. El pene, era funcional, aunque debido a la antinatural morfología, orinar era difícil y antihigiénico, lo sondaron. Pronosticaron su ceguera en no más de tres años. A los seis meses los ojos colapsaron por la presión sanguínea y le trepanaron el cráneo para instalar una válvula de purga de sangre. Nunca más volvió a experimentar como quedaba atrás el mundo cuando caminaba.

Dana la influencer documentó con el permiso de la familia y pagándole un porcentaje de sus ganancias, el día a día del niño Julia que se convirtió en el símbolo de la libertad de cada cual a ser lo que deseara a costa de los demás.

Uno de los momentos más emocionantes que recuerdan millones de seguidores, fue la primera masturbación asistida de Julia, cuando llegó a la adolescencia, un año y medio después de convertirse libremente en aquella cosa. Tenía doce años.

La madre biológica retiró la sonda, tomó en sus manos aquel pene tierno y pálido y escupió en el prepucio. En principio fueron caricias sosegadas, delicadas, hasta que el falo se inflamó y se puso rígido; a partir de ese momento la masturbación fue frenética y el niño lloraba de placer y emoción. Balanceaba con paroxismo la cabeza entre las piernas ante la proximidad de la eyaculación, ante la millonaria audiencia que lo seguía. José Luís, la madre biológica, mostró su mano goteando semen ante la cámara, Julia aún gemía excitado, con los pulmones colapsados por la prolongada y agitada posición en V invertida y el rostro congestionado de sangre. Abrió la válvula instalada en la sien derecha para purgar el exceso de sangre. Sus ojos opacos, saltones y ensangrentados, miraban a un lugar donde no se encontraba la cámara para dar más dramatismo a la escena. La transmisión finalizó con la boca del adolescente en un rictus obsceno, jadeaba con la lengua colgando por encima de la nariz.

Dana contaría en una emisión por Yutup dos días más tarde, que Julia exigió a su madre que le hiciera un par de felaciones cada día.

En las redes sociales había un tráfico demencial. Se pagaban pequeñas fortunas por ver las mamadas en directo por webcam, entre los seguidores se encontraba el Caudillo de la Nación, que manifestó en una entrevista televisiva: “Ha sido lo más hermoso que una madre y un hijo habían llevado a cabo jamás”.

Un consejo de ministros decretó la condecoración a José Luís como madre biológica excepcional de aquel estado democrático de pleno derecho.

A los trece años Julia perdió la capacidad de hablar. Solo salían gruñidos de su boca debido a que órganos como la laringe, cuerdas vocales y úvula, se lesionaron o degradaron. Un transductor implantado en el cuello escribía en la pantalla de un smartphone lo que el pequeño Julia pretendía decir. A esa misma edad sus riñones dejaron de funcionar y no había posibilidad de trasplante debido a que la zona lumbar era inaccesible. Los riñones estaban ocultos en el ángulo interior que formaba su cuerpo, entre las nalgas y la espalda. Romper la columna vertebral de nuevo para dejar su torso erecto, lo mataría.

Cada dos días se conectaba a una costosa máquina de diálisis para depurar la sangre.

En una de las emisiones de Yutup, se pudo ver como la madre de Julia, dejaba en la meseta que formaba el vientre una toalla para secar tras el aseo el rostro de su hijo.

Alguien escribió en los comentarios, que no era un ser humano, sino un caballete.

Y aunque muchos seguidores le afearon e incluso le insultaron por ello, no pudieron evitar referirse a Julia, como el caballete.

Aprovechando el tirón viral, la madre, el padre y la influencer, impulsaron una plataforma social para la protección de los Caballetes Humanos que pronto tuvo una masiva cooperación con fondos y actos de voluntariado. Julia se convirtió en el primer niño caballete activista por los derechos a la libertad de transformar el cuerpo y por una vida digna.

Un día, eyaculó ante la webcam semen ensangrentado, los testículos se habían infectado y lo castraron; pero tarde, la infección se extendió y murió a los catorce años.

En todo el mundo, más de quince mil niños, alentados por sus madres y padres biológicos o bien del amor, hicieron el rito de conversión en caballetes humanos para ver el mundo alejarse cuando caminaban.

Diez mil dieciséis murieron en el acto de quebrar la columna vertebral y sus padres recibieron cuantiosas ayudas económicas a costa de los presupuestos sociales por la trágica pérdida sufrida en nombre de la libertad de elección.

La OMS creó un protocolo de tratamiento para evitar el deterioro físico de los caballetes humanos. Las afecciones del habla y la visión consiguieron ser contenidas con cirugías ortopédicas y medicación para la hipertensión así como licuación de la sangre para hacerla menos densa.

Seiscientos murieron con hemorragias internas entre los ocho y diez años de edad.

Se crearon jardines infantiles de uso exclusivo para estos niños, a los que llevaban sus progenitores biológicos o del amor, con una correa ceñida a la bisagra o vértice (la cintura de los que eligieron libremente no ser caballetes) para guiarlos y evitar las frecuentes caídas que provocaban humillantes y jocosos comentarios entre seguidores y público.

La sociedad parecía perder su capacidad de emotiva tolerancia hacia los monstruosos caballetes humanos.

Se prohibió la práctica del contorsionismo porque podía ser una forma de falsificar el estatus social y se consideraba ofensivo para la dignidad de los caballetes.

Los progenitores de los caballetes humanos que sobrevivieron al rito de transformación exigieron al estado que las pizarras en las escuelas se colocaran al revés, así como semáforos a nivel de suelo y prohibir la presencia de perros en las calles. También se sacrificaron los perros de los hogares para evitar que en algún momento escaparan e invadieran la calle que se haría prioritaria para los caballetes.

Les fueron concedidas semejantes demandas por los corruptos gobernantes del planeta, ávidos de votos fáciles. Pretendían ser gobiernos de la bondad y la piedad. A pesar de ser solo cuatro mil el número de caballetes vivos, los gobiernos pensaron que podrían ser con el tiempo muchos más, y se adaptaron escuelas, semáforos y señales viarias para los caballetes, los hubiera o no en todas las ciudades del mundo.

El papa de Roma beatificó en una gran gala a los pocos más de cuatro mil caballetes humanos de entre siete y trece años de edad.

El primer caballete humano que llegó a la mayoría de edad, fue designado presidenta honoraria de los Caballetes Humanos. Se trataba de una mujer con genitales masculinos llamada Feodor. Su secretario se hacía cargo de su movilidad y saciaba su deseo sexual, a los cuales tenía un derecho innegable.

Recibía a niños en su despacho para informarlos y demostrar con ella (a pesar de sus genitales masculinos, así quiso ser tratada) como ejemplo, la importancia de ser un caballete y los grandes beneficios sociales y económicos que reportaba semejante estatus.

Muy pronto se exigió una cuota de presencia de caballetes humanos en todas las instituciones mundiales. Se prepararon y organizaron espacios en las empresas y la administración del estado para la inclusión de caballetes adultos.

Debido a sus dificultades respiratorias, decretaron los caballetes humanos, como ministros de sanidad, los cierres de las tabacaleras y el consumo de tabaco en todo lugar, incluidos los hogares. Si ellos no podían fumar, nadie debía hacerlo. La sanidad pública celebró a sus nuevos ministros aplaudiéndolos en grandes concentraciones y promocionando con cortometrajes emotivos su gran capacidad para salvar a la humanidad de sí misma.

Consiguieron grandes sueldos y se elevaron a una casta superior a la de los seres humanos que habían elegido ser como nacieron.

Se fabricaron camas verticales con bisagra, se doblaban formando ángulo, bien podían dormir sobre el vértice o dentro del ángulo formado.

A medida que los caballetes llegaban a la mayoría de edad, eran situados exclusivamente en puestos del gobierno. Y exigieron secretarias y funcionarios caballetes, como ellos. Los gobiernos ofrecían grandes cantidades de dinero a funcionarios para que se partieran la columna vertebral mediante cirugía y así trabajar para los mandos caballetes.

Los momentos de actividad sexual estaban incluidos en la jornada laboral de los caballetes con altos cargos en el gobierno. Precisaban de especialistas sanitarios que los alzaran o movieran adecuadamente para realizar el coito, las estimulaciones orales o masturbarlos. Para las actividades anales disponían de largos vibradores articulados y flexibles para acceder al ano. Con el tiempo, en los despachos se colgaron columpios ortopédicos del  techo para facilitar las penetraciones; pero siempre necesitaron la ayuda de humanos erectos.

Cuando los caballetes humanos sobrepasaban los veinticinco años de media, sus testículos se secaban y pudrían debido a la malformación del sistema circulatorio, por lo cual debían ser castrados e indemnizados millonariamente.

Un par de ellos se balancearon en las ventanas de sus despachos para precipitarse al vacío gritando que no podían correrse y  “mi puta polla está muerta” o “mis cojones se han podrido”.

Gran cantidad de ellos se deprimían o sufrían graves alteraciones psicológicas que los llevaban a la violencia y mal trato de su servicio personal y humanos erectos en general, a los cuales discriminaban desde sus puestos de poder.

Entre la población se puso de moda llamarlos bisagras, cangrejos o rotos de mierda.

Y pronto se pasó de las palabras a la violencia.

El primer brote se dio en un colegio de primaria. Un niño erecto durante la ausencia de un profesor hombre con genitales masculinos, empujó al caballete humano diciéndole: “Me das asco. Tú no eres mejor que yo, cosa mierdosa.”.

El caballete humano se retorcía en el suelo entre una fila de pupitres intentando de algún modo incorporarse a cuatro patas. Los niños erectos del aula hicieron un corro en torno a él riéndose e insultándolo. Le llenaron la boca y la nariz con tizas hasta asfixiarlo. 

Los treinta escolares de entre nueve y diez años fueron acusados de crimen contra la humanidad y la decencia. Los condenaron a cadena perpetua.

Un influencer secuestró a un caballete funcionario de baja categoría y en un almacén en ruinas e inidentificable lo decapitó ante la webcam, demostrando que por el tratamiento médico al que eran sometidos para prolongar la vida, sus cabezas cortadas seguían vivas durante diez minutos.

Feodor, la presidenta de los Caballetes Humanos, en un comunicado de prensa dijo haber tramitado un suplicatorio al tribunal para que los treinta escolares fueran condenados a muerte por decapitación. Tres días más tarde el palacio que le había sido asignado como vivienda oficial estalló con sus secretarios y cuidadores dentro. Murieron con ella, cincuenta y seis erectos y diez caballetes auxiliares.

Respecto al influencer que decapitó al funcionario caballete, los medios anunciaron que lo habían capturado, le partieron la columna vertebral con un martillo y luego fue decapitado a los pies de la Torre Eiffel como ejemplo para la humanidad.

Había rumores de que los servicios secretos del estado escogieron un influencer al azar y el verdadero asesino nunca fue descubierto.

Los humanos erectos en grandes multitudes organizaron manifestaciones y huelgas violentas exigiendo igualdad de trato. Era una atrocidad cometida por el estado el someter a los humanos erectos a la dictadura de los bisagras o caballetes que tan solo eran tres mil a esas alturas los que vivían.

Los gobiernos del planeta viendo peligrar sus votos eliminaron los privilegios de los caballetes. A partir de aquel momento fueron cazados sistemáticamente hasta su extinción. Al igual que los progenitores y los hijos adoptados por ellos.

No quedó nadie que hubiera sentido la más mínima simpatía hacia ellos.

En las escuelas anularon los sistemas de giro de las pizarras para los niños caballete y se destruyeron los semáforos y señales viarias para ellos.

Los últimos doscientos caballetes en el poder fueron eliminados en sus despachos en una operación mundial sincronizada por grupos de humanos erectos voluntarios. Los asfixiaban obstruyéndoles las vías respiratorias con colillas de cigarrillos y segundos antes de morir, tomando sus piernas y brazos, los enderezaban con un fuerte tirón. Luego los arrojaban por la ventana al vacío.

Los caballetes humanos cayeron en el olvido gracias a la eficaz revisión de la memoria histórica por parte de los gobiernos del mundo.

La ciencia avanzó. La gente podía cambiar su cabeza por la de sus animales preferidos o mascotas.

Y por ello surgieron miles y miles de cazadores de humanos-bestias.

Debido a aquellos trasplantes terribles y dada la baja calidad higiénica de los hospitales que ofertaban tales servicios, se desarrolló una potente bacteria que extinguió a la humanidad en cuatro meses. No quedó rastro alguno de la genética humana en el planeta, al menos, ninguna viva.

El resto de especies animales, tras milenios de evolución, aprendieron a hablar y elaboraron un lenguaje claro y preciso; pero siguieron viviendo como lo hicieron durante millones de años desde que surgieron en La Tierra.

Ningún meteorito cayó del cielo.

Simplemente, La Tierra se agotó y dejó de girar. Se convirtió en un astro sin vida. Abrasador de día, gélido de noche.

Tanta mierda para nada…



Iconoclasta